Existe una alta tasa de complicaciones derivadas de la actividad quirúrgica, de cerca del 25 %, que influye en la tasa de mortalidad de pacientes, que se sitúa entre el 0,5% y el 5%, según el país donde se realice la cirugía. Según la OMS cerca de siete millones de pacientes quirúrgicos presentan complicaciones significativas y un millón mueren durante o después de una intervención. En España, en torno a un 30% de incidencias son de carácter grave -según el estudio Eneas– siendo las principales causas las infecciones de tipo nosocomial, los procedimientos y la medicación.
Según datos ofrecidos por Relyens, grupo mutualista europeo de seguros y gestión de riesgos, el 35 por ciento de las reclamaciones en sanidad del entorno quirúrgico y, más concretamente, de las especialidades de cirugía ortopédica, traumatología, ginecología, obstetricia y cirugía digestiva, pero el 65 por ciento de éstas serían evitables si se formara al personal en seguridad del paciente, si se cumplimentaran los check list de una forma amplia y generalizada, y si se formalizaran los consentimientos informados adecuadamente.
El estudio La seguridad del paciente en el bloque quirúrgico, publicado por Fundación Fidisp y la aseguradora Relyens, pretende ser una herramienta para concienciar a los profesionales sanitarios sobre la importancia de las medidas para reducir el riesgo en el bloque quirúrgico y lograr, así, una cirugía más segura que permita salvar más vidas.
Finalmente incluye un capítulo de conclusiones y recomendaciones a adoptar por los profesionales involucrados en la seguridad del paciente.